Nuestra empresa se caracteriza por la restauración de campanas históricas devolviéndoles todo su esplendor y tono musical. Las campanas son patrimonio de cada comunidad, con valores musicales históricos que entre todos tenemos que conservar.
Ya conocidas de los pueblos egipcios y asiáticos en forma de campanillas y usadas también por los griegos y los romanos, fueron adoptadas por la Iglesia católica para convocar a los fieles por lo menos desde el siglo V. Los romanos les dieron el nombre de tintinábula y los cristianos las llamaron signum porque servían para señalar o avisar la hora de las reuniones. Pero ya en el siglo VII, si no antes, se llamaban campanas, como consta por escritores de la época. En aquellos primeros siglos, debieron ser las campanas de reducido tamaño, según parece por las que han llegado hasta nosotros y por ciertas referencias de los historiadores. Pero fueron aumentando de tamaño sucesivamente hasta que en el siglo XIII se fundieron de grandes dimensiones, verdaderamente colosales desde el siglo XVI. La materia prima de las campanas ha sido casi siempre el bronce, aunque admitiendo diferentes aleaciones según las épocas y las naciones.
Partes de una típica Campana: | |
1. Yugo | 2. Corona |
3. Cabeza | 4. Hombro |
5. Cintura | 6. Anillo Sonoro |
7. Labio | 8. Boca |
9. Badajo | 10. Cordón |